10 de Enero

El cuerpo me relincha y yo le pido calma y piedad ya que esta cabeza esta a años luz de lo que fue y también de lo que será. Materia gris, espacio sideral.
Si cuerpo no vas a ayudar, al menos déjame en paz. (¡Cohone!)

Nada es lo que parece o a mi no me parece nada. Todo extraño a mí alrededor, el año empezó sin contenido ni contexto en la oración de todo mal predicador.
Mas que “estado” estoy en un no estar, en un andar por caminar, en un vivir sin pensar, en un sin vivir mental.

Ya nada pasa por mi cabeza. ¿Dónde fueron a parar tantos pensamientos tontos, locos, cuerdos, mentirosos y sinceros?, por que hace mucho que se fueron y realmente no se por que lo hicieron. Tal vez se aburrieron o simplemente se cansaron de pasar con más pena que gloria de una idea t-r-e-m-e-n-d-a-mente brillante a una realidad absurda. (Vuelvan por favor, que así me aburro mucho).

El caso es que siempre pasa exactamente igual, me vuelven a aburrir soberanamente la globalización de las conversaciones superficiales. De hablar tanto sobre lo mismo, de mover los labios y no llegar a nada. Tanto, tanto, tanto que cansa, aburre… se vuelve mediocre.
Lo “mejor” de todo es que cuando se quiera profundizar un poco (la puntita “na más”) en ciertas conversaciones la mayoría me miran mal cual bicho raro renuncia de su jaula y quiere volar. Y la verdad que eso me asombra y me causa mucha tristeza ajena. (A partes iguales).
Yo como siempre hago cuenta de que no me doy cuenta y les dejo reírse de mi, que me miren levantando la cejilla y cuchichear, pero lo pido por favor, que no me pidan cambiar al igual que nunca se lo pedí a ellos que bastante falta hará. Yo lo pido por favor, como favor personal.
Nunca se me ocurrirá culparles ni callarles ni siquiera echarles nada en cara ya que a mi me pasaba igual. Pero aprendí algo muy valioso en esta vida. Dejar vivir y respetar.


¡Seamos raros, coño!
Que para “normales” ya hay muchos.